
06-09-2018
CIUDAD DE MÉXICO.- Cientos de estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se congregaron la tarde de este miércoles en la explanada de Rectoría para exigir un alto a la violencia por parte de grupos porriles contra los universitarios.
Luego de marchar desde la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, los jóvenes gritaron consignas contra las agresiones que han sufrido, como la ocurrida el pasado lunes donde cuatro estudiantes resultaron heridos.
En protesta por los hechos violentos ocurridos el pasado lunes 3 de septiembre en la explanada de Rectoría, los jóvenes de diferentes centros de estudio demandan una investigación transparente, garantías de seguridad a la comunidad universitaria y cese al acoso de los manifestantes.
Este martes, el rector de la máxima casa de estudios, Enrique Graue Wiechers reconoció la intervención de grupos porriles en los ataques que sufrieron los estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) durante la manifestación pública.
Además anunció la expulsión de 18 personas de la UNAM, y la presentación de una denuncia formal ante las autoridades competentes luego de que seis estudiantes resultaran lesionados, de los cuales, uno se encuentra en riesgo de perder un riñón por la agresión dentro del plantel educativo.
A la una de la tarde de este miércoles, las salidas del metro Universidad, el principal medio de transporte para llegar, estaban colapsadas. Contingentes de estudiantes salieron del transporte público para reunirse en la facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Allí se encontraron las distintas generaciones: desde los adolescentes que recién ingresaron a la preparatoria hace un mes hasta los de posgrado no solo de la UNAM, sino de las otras universidades públicas como el Instituto Politécnico Nacional y la UAM. Por la mañana el campus parecía abandonado con las puertas principales atrancadas con sillas y pupitres. Pasado el mediodía era toda una legión de estudiantes con pancartas, batas de laboratorio y móviles que filmaban el recorrido.
Los jóvenes, como medida de seguridad, tenían escritos su nombre, su dirección y número de estudiante en uno de los brazos. “Tenemos que estar preparados por cualquier escenario”, cuenta Adrián, del Colegio de Ciencias y Humanidades Oriente, de 18 años. “¿En dónde está, en dónde está la rectoría que nos iba a cuidar?”, vociferaban los alumnos. Las paredes que, habitualmente están destinadas a los anuncios escolares, estaban plagadas con los rostros de los atacantes del pasado lunes que detectaron a través de Facebook y de los mensajes «Te quiero UNAM sin violencia ni impunidad», «Me siento agredido, tengo miedo a la violencia, quiero justicia».
La manifestación de este miércoles se derivó de los hechos ocurridos el lunes. Ese día un grupo de estudiantes de uno de los centros satélites de la UNAM fueron a la sede central a protestar. Denunciaron la falta de maestros y la presencia de grupos de choque en su plantel, los famosos «porros», distorsionando así la vida universitaria. La queja venía de lejos. Días antes habían protestado en su propia sede, el CCH, de Azcapotzalco, en el norte de la ciudad.
Pasado el mediodía del lunes, cuando los manifestantes estaban frente al edificio de rectoría, este grupo de choque, movilizado desde horas antes, les alcanzó y atacó, dejando más de una decena de heridos, dos de gravedad. Uno de ellos, Joel Sebastián Meza, recibió una puñalada en el abdomen. Los médicos dicen que incluso podría perder un riñón.
Renata, de 15 años, estuvo en la manifestación del pasado lunes. Ella era parte de la marcha de su escuela, el Colegio de Ciencias y Humanidades de Azcapotzalco. “Todo era pacífico hasta que escuché los petardos. Todos mis compañeros se dispersaron. No llevamos nada para defendernos”, cuenta. Estuvo oculta detrás de unas letras gigantes que dicen “Hecho en CU” durante media hora que duró la embestida.
Ese mismo día, Miriam Hernández había terminado su turno laboral en la biblioteca central, uno de los edificios emblemáticos de la UNAM y enfrente de la rectoría. «El mitín de los chicos se realizaba tranquilamente. Me preocupé cuando los vi corriendo y noté que eran menores de edad. Algunos lograron resguardarse en la biblioteca y otros en la facultad de Filosofía y Letras», relata.
Este martes, la UNAM informó de la identificación de 18 de los agresores y su expulsión. En su vídeo, Graue dijo que pertenecen a «grupos porriles», en concreto tres, el «Treinta y dos», del CCH Azcapotzalco, el «3 de marzo», del CCH Vallejo y la «Federación de Estudiantes de Naucalpan». En un comunicado posterior reveló el nombre de cada uno.
Decenas de escuelas de la UNAM y otros centros universitarios de la capital han anunciado huelgas por 48 y 72 horas. Algunos centros pararán indefinidamente. La UNAM es la principal universidad de México al acoger 349.515 alumnos de distintos grados. Es uno de los núcleos de las investigaciones científicas. Los tres mexicanos que han ganado un premio Nobel han salido de sus aulas: el escritor Octavio Paz, el diplomático Alfonso García Robles y el ingeniero químico Mario Molina. También ha sido una de las principales voces críticas en la política. De ahí el recuerdo de las manifestaciones en 1968 en contra del autoritarismo.
“El rector actuó de manera tardía en defensa de sus estudiantes. Soy profesora y por mis alumnos daría la vida. Del rector, los padres esperamos lo mismo. ¡Queremos la protección y amparo cuando estén en las escuelas!”, reprocha la señora Josefina García Alonso, quien a lo lejos mira a su hijo de preparatoria que vuelve a gritar: «¿En dónde está, en dónde está la rectoría que nos iba a cuidar?».
El texto original de este artículo fue publicado por la Agencia Quadratín en la siguiente dirección: https://mexico.quadratin.com.mx/unamsinviolencia-congrega-a-cientos-de-estudiantes-en-cu/